Desde hace más de ocho décadas, nuestra Archicofradía del Pilar y Real Cofradía de El Lavatorio ha estado celebrando sus cultos y actos religiosos en el Real Monasterio de la Visitación de Santa María de Orihuela, nuestra sede canónica.

De todas las vinculaciones con la cofradía, debemos recordar todas las Misas Solemnes celebradas, el bordado y las piedras preciosas que hilvanaron para engarzar en el escudo de nuestra bandera, los escudos para los cofrades, ¡y cuántas! orientaciones espirituales hemos recibido de la comunidad de religiosas de la Orden de la visitación de Santa María, afectuosamente conocidas como las Salesas.

En nuestra iglesia, donde hemos vivido y recibido a nuestros cofrades, han sido partícipes de las emociones y alegrías de nuestros nombramientos, de nuestras gratitudes para todos aquellos que han contribuido al esplendor de la obra de Dios, han velado y cuidado celosamente nuestras imágenes, y como servidoras de María, han querido a Ntra. Sra. de la Esperanza, como Madre de Dios y de la Santa Iglesia.

También hemos vivido con las hermanas momentos tristes con las despedidas de hermanos y cofrades que han partido a la Casa de Dios, debiéndoles agradecer las oraciones y peticiones para ayudarnos a llevar la pérdida y para el descanso eterno de todos los que nos dejaron.

Hoy, 21 de enero de 2013, festividad de Santa Inés, desde la Real Archicofradía del Pilar y Real Cofradía de El Lavatorio, estas breves reseñas, sirvan para testimoniar y reconocer todas las ayudas que hemos recibido de la comunidad de religiosas de la Orden de la Visitación, Salesas, que eternamente les estaremos agradecidos, y aunque físicamente no se encuentren con nosotros, en la comunión eclesial, en nuestros corazones y en esta su Cofradía de El Lavatorio, siempre estarán presentes allá donde se encuentren, y sólo, pedirles mil disculpas por las intromisiones y molestias ocasionadas.

Que nuestro Santísimo Cristo y su bendita Madre, Nuestra Señora de la Esperanza, les acompañen y bendigan.